–…su muerte. Lo único que ahora debemos de pensar, es que estará en un mejor lugar… y que su alma y espíritu llegue sano y salvo al santuario de Dios… Y que Dios se apiade del, de su esposa, y su familia… hay que seguir adelante… Hasta Luego, amigo, hermano, tío, hijo, esposo… te extrañaremos mucho…Aquel día, muy frió y nublado, toda la familia Scamander estaba triste. Se encontraban en el gran cementerio de Hogsmeade, junto con los Weasley, los Potter, y toda la familia de aquel joven Rolf Scamander, y toda la familia, amigos y familiares de aquella familia que acababa de perder a un padre, esposo…

–…esperamos que el mundo mágico lo recuerde como un gran naturalista, y un gran aportador al mundo que lo vio nacer, crecer, y ahora, morir…-decía el viejo profesor de Encantamientos, el profesor Filius Filwick, parado en un banco-sobre otro banco- donde al frente tenia un gran ataúd, con varias flores, imágenes, y un cuerno arrugado. La familia estaba alrededor de aquel lugar donde el cuerpo de Rolf se encontraba.

Lorcan se encontraba distraído, llorando, pero sin ver aquel ataúd. Su hermano Lysander se oía llorando en brazos de su madre. Lorcan no quería ver el entierro de su padre, aquel que el vio morir, y el cual le sonrió en su ultimo suspiro de vida. Ahora, Lorcan Lovegood, tenia que seguir su vida sin su padre, y mucho iba a cambiar. Todos los Weasley y los Potter se encontraban ahí con ellos, y su tía Demetria y su tío Kurt, varios amigos de su padre y madre, el profesor Neville, amigo de su mama, y una silla de ruedas con su abuelo Xenophilius, y a lo lejos, bajo una sombra. Su abuelo Newton Scamander. Y además, había un tipo que nunca había visto en su vida. El señor estaba de pie, junto a Ginny Weasley, y era medio alto, con una gran melena blanca oscura, y con unas gafas cuadradas pequeñas. Llevaba puesta una túnica larga negra, y estaba viendo a Lorcan.

Al terminar aquella pequeña ceremonia, todos se quedaron por el lugar, abrazando a Luna, y a los gemelos de ahora apellido Lovegood, a petición de su madre y su abuelo Xeno. Harry Potter, un señor alto, con ojos claros, anteojos, y fracciones mayores, se acercaba a su madre, agarrado de la mano de Ginny Weasley, una señora de pelo anaranjado radiante, y una gran sonrisa. Detrás de ellos iban 2 niños, y un adolescente. Uno de ellos era igual a su padre, la cara, las fracciones y todo. La niña era como su mama, con la melena anaranjada. El mayor era más parecido a su padre, pero con las fracciones de su madre. Lorcan se quedaba viendo a todos los que pasaban a saludar a su madre, con cara seria. Lysander estaba junto a su madre, llorando.

–…vamos a ir todos a mi casa. Y claro que queremos tenerte así… desde navidad no nos reuníamos toda la familia… quizás puedan quedarse ahí el día de hoy…-decía Harry a Luna.

–quizás no nos haría mal un poco de compañía… pero quedarnos a dormir… no lo veo seguro… tendría que cuidar a mi padre, y al señor Newt.

–De acuerdo, pero vamos… vendrá a recogernos el autobús Noctámbulo. Es mas, creo que ya viene…-dijo Ginny, con una sonrisa, y señalando a la calle frente a Las Tres Escobas. Un autobús morado que venia rápidamente, se aparco frente a aquel lugar, y echo un pitillo. Todos los que se encontraban ahí se fueron para el autobús Noctámbulo, y en seguida, el autobús se fue directo para Londres.

El viaje duro al menos 30 minutos, pues se encontraban realmente lejos del lugar. Al pasar estos 30 minutos de luto (nadie hablo, excepto para anunciar la llegada al destino), el autobús se detuvo con fuerza, y todos los que iban en aquel bus se bajaron enseguida. Pasaron ciertos minutos para que el numero 12 de Grimmauld Place apareciera de en medio de aquellos dos edificios muggles gigantes. Pasados esos minutos-que a Lorcan le pareció eternos- entraron a aquel gran y lúgubre hogar, donde ahora habitaban el heredero de los Blacks, Harry Potter.

–…y para que año va Rose?-preguntaba Autrey, esposa de Percy Weasley, a la hora del café.

–Para 1º año, y esta muy entusiasmada…-decía Hermione, que al mismo tiempo bebía un sorbo de su cerveza de mantequilla.

Aquella familia era inmensa, y ya se empezaba a calmar el ambiente, después de aquel entierro. Los niños andaban regados por toda la casa. Lorcan estaba sentado junto a su madre, con todos los adultos, ya que no tenía ánimos de jugar. Rose jugaba con Lucy, hija de Percy, y su otra prima Dominique, y a la vez hablaban sobre su próximo primer día en Hogwarts, ya que Dominique y Rose iban para 1º año, y Lucy para 2º año.  Albus Severus se encontraba en su cuarto, con Lysander y su primo Fred, oyendo un discurso de James Sirius acerca de los misterios de Hogwarts. Hugo y Lily estaban en la sala, jugando y hablando con Roxanne y Louis, que eran los menores de todos los primos. Molly, como era mayor, estaba sentada en un sillón, con un aparato que su abuelo Arthur le había regalado, llamado móvil celular (estaba aprendiendo a usarlo). Todos los adultos, y Lorcan se encontraban en la sala hablando de la vida, trabajos y sobre otros. Y el mismo tipo que Lorcan había visto en el entierro de su papa estaba ahí, en la sombra, viendo fijamente a lo que creía, era el.

–¿Y Victoire, Bill?-preguntaba Ron a Bill, que lo tenia al lado.

–Salio con Ted, ya que andan saliendo, como deben de saber…-respondió Bill.

–Pego hacen una linda pageja-decía Fleur, que se le iluminaban los ojos.-Ya vengo, tengo que dagle la medicina a Louis.-y diciendo esto, se puso de pie, y fue a la cocina a preparar la sustancia.

–¿Y que hay de nuevo en Hogwarts?-preguntaba Angelina, que se acomodaba la enagua que llevaba puesta,

–Según lo que me contaron, otro Lestrange va al colegio… y otra Black… -decía Luna, que había salido de su trance, y hablado.

–Ya me habían llegado con la historia… ¿Loca, eh?-decía Ron.

–En El Caldero Chorreante llegan con cada historia…-decía Hannah Abbot, esposa de Neville.

–Señor Vector, acérquese mas… allá no podrá oír nada…-decía Ginny, con tono amable.

–Muchísimas gracias, Señorita, pero aquí estoy bien…-El señor desconocido que había visto en el entierro, ahora hablaba.-Acá estoy mas cómodo…

La pequeña reunión de la familia empezaba a animarse más, pero Lorcan seguía mirando al Señor Vector de reojo. Al pasado unos minutos, Lorcan se puso de pie, y camino por toda la casa. En cada habitación se oía bulla: las niñas chismorreando, y hablando, los chicos riéndose a carcajadas, y Walburga Black, haciendo ruidos desde su cuadro, que se paso a la habitación de los invitados. El baño, donde no salía bulla, estaba impecable y limpio, y su tío Kurt salía de el.

–¿Que pasa, Lor?-le preguntaba su tío.-Harry me dijo que habían unas plagas traga-aguas en el sanitario… se veían inofensivas, pero tenían mucha fuerza…-y Kurt vio que su sobrino bajaba la cabeza, axial que se agacho, y le hablo.-Mira, hombrecito, hay veces que el futuro no elije lo mejor para los demás, pero para uno si…. Rolf era una increíble persona, un increíble hermano, y un perfecto padre…. y murió por una razón… el salvo a tu madre, por si no lo sabias-Lorcan negó con la cabeza.-La protegió del monstruo ese, y el sufrió por eso… Tu padre es un héroe, y debes recordar eso por siempre… Cuídate, hombrecito, y nos vemos en Hogwarts-le cerro un ojo, y se fue para la sala.

Lorcan quedo atontado de lo que le dijo su tío… Su padre dio la vida por su madre, y era un gran héroe… Y esto lo puso un poco más feliz. Siguió caminando por aquel hogar, pero se llevo un susto de muerte.

–¿Que haces merodeando la casa?

El señor Vector apareció de repente al frente de Lorcan, y Lorcan se asusto tanto, que unas chispas mágicas lo separaron de aquel hombre.

–Magia, ¿eh?…-decía el señor Vector-Solo un mago que sabe lo que hace, haría lo que tu hiciste…

–Yo no hice nada, y mi madre no me deja hablar con desconocidos…-decía Lorcan, alejándose de aquel señor.

–¿Yo, desconocido? Soy Dormiteus Vector, y fui profesor de tu madre… En su ultimo año, cuando mi madre murió de una enfermedad de la vejez. No soy nada desconocido… joven mago…

–Aun así, yo no lo conozco…-dijo Lorcan. Dormiteus empezó a acercarle un dedo a su cabeza, y Lorcan lo vio y se aterro. Al Dormiteus tocar su cabeza, un rayo hizo que el dedo se separara inmediatamente.

–increíble… totalmente increíble… fue un gusto conocerte, ya que solo vine a esto… nos vemos donde el futuro quiera que nos veamos… -y dicho esto, se fue por detrás de Lorcan, el cual quedo estupefacto, y se fue.

Lorcan siguió caminando por la casa, y aun sentía aquel dedo en su cabeza, y los rayos que salieron del dedo de Dormiteus, o de su cabeza.

[Perdonen por la tardanza, pero recien entre a clases, y estoy un poco estresado por esto… aca es solo para introducir a un personaje importante en la historia… espero que les guste ;)]